martes, 5 de mayo de 2009

VIDA PRIVADA DE CARLOMAGNO

Esta fue, pues, su tarea en la defensa, ampliación y también en el embellecimiento del reino. Ahora comenzaré a hablar de sus cualidades espirituales y de su gran constancia en todas las situaciones, ya prósperas, ya adversas, así como de los demás aspectos relativos a su vida privada e íntima.

Sorprendió a todos que después de la muerte de su padre, cuando compartía el gobierno del reino con su hermano, soportara con tanta paciencia su odio y su envidia, sin responder jamás airadamente a las provocaciones de Carlomán.

MATRIMONIOS DE CARLOMAGNO

De inmediato, exhortado por su madre, tomó por esposa a la hija de Desiderio, rey de los longobardos, y no se sabe por qué causa luego de un año la repudió, y contrajo matrimonio con Hildegarda, mujer sueba de sobresaliente nobleza. De ella tuvo tres hijos, Carlos, Pipino y Luis, y otras tantas hijas, Rotruda, Berta y Gisla. Tuvo además otras tres hijas, Teodra-da, Hiltruda y Rotaida. Las dos primeras de su mujer Fastrada, que era del pueblo de los francos orientales, es decir, los germanos, y la tercera, de una concubina cuyo nombre no me viene a la memoria. Luego del fallecimiento de Fastrada tomó por esposa a la alamana Liutgarda, con quien no tuvo hijos. Después de su muerte tuvo cuatro concubinas: Madelgarda, que le dio una hija de nombre Rotilde; Gervinda, de estirpe sajona, de quien le nació una hija llamada Adeltruda; Regina, que dio a luz a Drogón y a Hugo; y Adelinda, de quien tuvo a Teodorico.

RELACION DE CARLOMAGNO CON SU MADRE Y CON SU HERMANA

Su madre Bertrada envejeció junto a él, rodeada de gran estima. El rey la honraba con la mayor reverencia y no hubo entre ellos discordia alguna, excepto cuando él se divorció de la hija del rey Desiderio, a quien había tomado por esposa siguiendo su consejo. Murió después de Hildegarda, cuando ya había visto tres nietos y otras tantas nietas en la casa de su hijo. Carlos dispuso un entierro con grandes honores en la basílica de Saint Denis, la misma en que fuera sepultado su padre.

Tenía sólo una hermana, llamada Gisla, que se había consagrado a la vida religiosa desde los años de su pubertad, a quien honró con el mismo afecto que a su madre. Murió pocos años antes que él, en el monasterio en que había vivido.

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