martes, 5 de mayo de 2009
VESTIMENTA DE CARLOMAGNO
Usaba la vestimenta nacional, es decir, la propia de los francos: cubría su cuerpo con una camisa y unos calzoncillos de lino; luego, una túnica con bordado de seda y cubrepiernas; y finalmente rodeaba sus piernas con pequeñas bandas y se ajustaba su calzado; en invierno se protegía la espalda y el pecho con una capa de piel de nutria o de rata; se envolvía con un sayo azul claro y siempre se ceñía una espada, cuya empuñadura y cinturón eran de oro o plata. Algunas veces usaba una espada cubierta con piedras preciosas, pero esto sólo en las principales fiestas o cuando recibía a los legados de las naciones extranjeras. Rechazaba las vestimentas de otros pueblos, aún las más hermosas, y nunca aceptaba vestirse con ellas, excepto cuando en Roma, una vez a pedido del pontífice Adriano, y otra, luego de acceder a las súplicas de su sucesor León, vistió una larga túnica, una clámide y calzados al estilo romano. En los días de fiesta se presentaba con un vestido tejido en oro, zapatos con piedras preciosas, y una fíbula aúrea que le ceñía el sayo. Lucía una diadema, también de oro, y se adornaba con piedras preciosas. Pero en los demás días su indumentaria se distinguía poco de la que caracterizaba a los hombres de su pueblo.
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