martes, 5 de mayo de 2009

GUERRA DE ESPAÑA

Mientras se desarrollaba contra los sajones una guerra intensa y casi ininterrumpida, Carlos, luego de ubicar destacamentos militares en los lugares adecuados de la frontera, atacó España (1) con los mayores aprestos bélicos de que pudo disponer. Después de atravesar la garganta de los Pirineos, obtuvo la rendición de todas las fortalezas y todos los castillos que había encontrado a su paso, y volvió con su ejército intacto e incólume, si exceptuamos que al regreso, en la cumbre misma de los Pirineos, debió experimentar por un instante la perfidia de los vascos. Mientras el ejército avanzaba en larga fila, según lo permitía la estrechez del lugar, los vascos, dispuesta una emboscada en la cumbre del monte más alto -lugar apto para las emboscadas por el espesor de los bosques, que eran allí abundantísimos- descienden desde las cimas y arrojan al valle inferior el convoy de la retaguardia y a los escuadrones que marchaban dando apoyo a los últimos destacamentos, y protegían a quienes iban delante. Una vez trabado el combate, matan hasta el último hombre, y luego de arrebatar los bagages, protegidos por la noche que ya caía, se dispersan con la mayor rapidez. En esta acción los vascos tuvieron a su favor la liviandad de sus armas y el lugar en que se llevó a cabo la batalla, mientras que los francos se mostraron inferiores en todo, a causa de sus pesadas armas y del terreno desfavorable. En este combate fueron muertos Egihardo, maestresala real, Anselmo, conde del palacio, Rolando, prefecto de la marca de Bretaña, y muchos otros. Hasta el momento no pudo ser vengada esta derrota, ya que el enemigo, perpetrados los hechos, se dispersó en tal forma, que no quedó noticia de en qué lugar del mundo pudiera ser buscado.


(1)Luego de cruzarlos Pirineos, Carlos toma Pamplona y «hafragosa. CuandorelornaaFrancia.elejércitoes derrotado por los vascos eneldesfiladerode Roncesvalles el 15 de agostode778. Eginardo disimula con eleganc.ala entidad de laderrota. En este hecho se inspira tres siglos después Lachanson de Roland.

No hay comentarios:

Publicar un comentario